4 julio, 2019

Origen y sentido del Sinodal

Cuando hace unos años, allá por 2003, se puso en marcha el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, su primera publicación fue el facsímil del Sinodal de Aguilafuente, libro emblemático de la cultura española. Ese mismo año, unos meses después de salir a la luz, se presentó el Sinodal en Aguilafuente y, para sorpresa de todos, la villa llenaba sus plazas y abarrotaba una iglesia de Santa María engalanada para la ocasión. Su presencia mostraba el interés que suscitaba el primer libro impreso en España y que tenía el nombre de su villa. ¡Un pueblo en torno a un libro antiguo! Desde entonces, Aguilafuente tomó la iniciativa de reivindicar el trascendental hecho de la introducción de la imprenta en España, la apertura a la modernidad.

Fue así cómo se fueron ampliando las actividades que, año a año y el primer fin de semana de agosto, han movilizado a todo un pueblo en torno a un libro. Porque el “Sinodal” no pretende ser una fiesta más para atraer turismo, es un acontecimiento cultural en sí mismo, aúna cultura con entretenimiento. Las actividades, de alta divulgación, enseñan, entretienen, crean conciencia de la importancia de la imprenta y de su introducción en España.